Revistas

El melómano es un adicto que no solamente quiere estar todos los minutos de su vida oyendo música sino que necesita que la música invada toda su vida, es decir necesita estar pensando sobre música, hablando sobre música, escribiendo sobre música e incluso leyendo sobre música.

BIOGRAFÍAS

Con respecto a esto de leer sobre música, a pesar de lo poco lector que siempre me he considerado, descubrí en algún momento que leer sobre músicos y compositores me aportaba información relevante y complementaria al simple hecho de oír la música. Recuerdo que leí una excelente biografía de Karajan en inglés prestada por mi tío abuelo Ernesto (con mi pobre inglés de la época, quiero decir, aún más pobre que el actual) y una biografía de Astor Piazzolla traída directamente desde Buenos Aires. 

Después vinieron muchos otros libros de grandes compositores como Mozart, Beethoven, Brahms, Schubert, Schumann, Bach, Shostakovich, Stravinsky, Wagner, Mahler, Liszt, Chopin, etc. 



También de músicos como Barenboim, Argerich, Kissin, Furtwängler, Bernstein, Gould, etc.



Incluso de otros géneros como Charly García, Pink Floyd, Keith Richards, etc.



Leer sobre cada músico o compositor le da a uno no solamente información sobre el personaje sino sobre el contexto y la historia en la que vivió, lo cual me parece extremadamente importante para entender su música, por ejemplo, pero también para entender cómo era su entorno, cuál era la situación del momento en ese lugar, etc. Sin embargo, con esto cubría únicamente una parte de lo que me interesaba saber. Me hacía falta algo que me hablara de la actualidad y no del pasado, de lo que estaba pasando hoy. Fue en ese momento en el que descubrí que existen revistas dedicadas a la música clásica.

PRENSA ESCRITA

Mi inicio con estas revistas fue cuando vivía en Francia y por lo tanto empecé a leer esa prensa francesa sobre música clásica. En especial me gustaban mucho dos revistas: Diapason y Le Monde de la musique. Esta última fue descontinuada. Lástima, porque se trataba de una revista de altísima calidad. Posteriormente conocí Classica. Sin embargo, solo con la revista Diapason uno realmente lo tiene todo, qué nivel el de esta revista! Los críticos, los colaboradores, la parte editorial, el lenguaje empleado, la información suministrada para cada músico o compositor, los detalles proporcionados, incluso la parte puramente estética, todo me parece de altísima calidad. Es un verdadero placer leer esa prensa escrita con tanta altura, muy por encima de lo que uno está acostumbrado, al menos en Colombia.



Inicialmente leía esas revistas en papel, esperando ansiosamente a comienzo de mes verlas en quiosco. Las revistas se convirtieron en compañeras de viaje en metro, en tren, en avión. En lectura para algunas desveladas, en lectura de las mañanas y de la noche, e incluso durante el almuerzo.

Luego, cuando ya me encontraba en Colombia, intenté suscribirme y que me llegaran. Intenté varios servicios postales, pero ninguno funcionó. Me contentaba entonces con conseguirme las revistas cada vez que viajaba, o sea muy pocos números. Y entonces, luego de varios años, descubrí las bondades de la suscripción electrónica y la lectura en tablets. Qué alivio! Hoy estoy suscrito a Diapason, Classica, y aprovechando esas bondades de la suscripción digital, también leo la legendaria revista inglesa Gramophone, que acaba de cumplir 100 años de existencia. Confieso que estuve suscrito a Rolling Stone Francia también. 


Igualmente, espero con ansiedad mes a mes que salga el nuevo número de cada una de estas revistas, normalmente leyendo primero Diapason, luego Gramophone y finalizando con Classica, mes a mes. Como son revistas más bien nutridas, no me queda mucho tiempo para leer otras cosas, de hecho tengo una biografía de Brahms empezada hace años ya, y un libro de entrevistas al pianista Andras Schiff que no he podido continuar leyendo.



EDITORIAL Y MOVIDA 

Pero por qué la obsesión con estas revistas? Cuál es su importancia?

Trataré de describir sus características principales, aparte de todo lo que ya he mencionado desde el punto de vista editorial.

Primero tengo que decir que se trata de revistas con mucho contenido. Estamos hablando de que cada número contiene entre 100 y 150 páginas muy cargadas.

Cargadas de qué ? Se estarán preguntando muchos. Pues bien, la estructura es similar para todas las revistas que conozco, aunque hay algunas diferencias entre las francesas y las inglesas (he conocido un par de inglesas más). La describiré a continuación.

Normalmente cada número inicia con la editorial, escrita por el editor en jefe de la revista, en la que no solamente introduce el número sino que comenta algún tema de actualidad en relación con la música: por ejemplo hubo varias editoriales que hablaban de cómo la pandemia había afectado toda la actividad musical, o en el número de mayo de este año de Diapason, cómo la industria de la música ha cambiado con el desarrollo de las plataformas streaming, este tema a raíz del nuevo servicio de música clásica de Apple Music, llamado a desbancar a todos los otros servicios de streaming dedicados a la música clásica.



Enseguida se presentan secciones dedicadas a lo que yo llamo « la movida » de la música clásica, es decir nombramientos o destituciones, algún músico en ascenso, algún músico en caída libre, algún joven talento. Todo esto combinado con algún evento noticioso de gran envergadura, como la construcción de un nuevo auditorio, la disolución o creación de alguna orquesta, etc.

Por ejemplo en el número de abril pasado de Diapason hablaban de la coronación de Carlos III y la música que lo iba a acompañar en las celebraciones. Ahí fue la única forma de enterarme que el nuevo rey es un melómano y que había ordenado a diversos compositores (con una paridad de sexo) la composición de 12 nuevas obras de música clásica solo para su coronación. En todos los otros medios solo hablaron de Lionel Ritchie y otros popstars que no recuerdo.



ACTUALIDAD E HISTORIA

También está una sección dedicada a alguna entrevista o reseña de un músico o compositor actual o reciente, en general acompañada de una reseña biográfica y algún evento de actualidad, como un recital que se acerca o una nueva grabación.




En varios números se incluye también una sección de historia, la cual puede contener varias páginas sobre un acontecimiento histórico o sobre rasgos biográficos de un compositor, o una obra específica de mucha importancia. 

Casi siempre hay una apertura al contexto histórico general de la época y se nota el esmero por ilustrar la sección haciendo uso de piezas de otras artes, con lo cual se da el contexto estético de la obra. Y se termina con una discografía básica recomendada.


RECITALES Y ESCUCHA A CIEGAS

Siempre hay una sección con la lista de los principales conciertos, recitales, festivales o espectáculos en general programados para el mes, dando una completa reseña con detalles sobre los intérpretes y el programa. Enseguida se suele dar una crítica sobre algunos de los principales espectáculos en vivo que ya pasaron.

La revista Classica tiene una sección que me encanta: la escucha a ciegas. Escogen una obra, hacen una preselección de 8 versiones solamente, descartando las otras con base en varios criterios como la calidad del sonido (casi siempre descartan grabaciones muy antiguas), las interpretaciones claramente pifiadas según ellos, etc. Luego someten esas 8 versiones a 3 expertos (por lo general 2 críticos y un músico) y de cada versión van diciendo comentarios y calificando hasta llegar a rankear las versiones de la mejor a la peor. Me encanta porque los comentarios suelen ser displicentes, irónicos o exageradamente positivos; todo eso me da risa. Y al final esa lista se convierte en una buena guía para oír varias versiones de las obras.


GRABACIONES

Y por supuesto, luego vienen varias páginas (alrededor de 40) con la crítica de las nuevas grabaciones. Esto puede representar fácilmente un tercio o más de cada número. Me detengo en esta sección con algunos comentarios, además porque es el vínculo más directo con el tema de este blog.

Una de mis principales sorpresas cuando empecé a leer estas revistas fue darme cuenta de la cantidad de nuevas grabaciones que se produce mes a mes en el mundo. En cada número se presentan fácilmente entre 100 y 150 nuevas producciones, llegando a más de 1000 nuevas grabaciones al año. 


Creo que esto sorprendería a muchos. En esta sección se nota la diferencia entre las revistas francesas e inglesas. Los franceses suelen mezclar todos los géneros y épocas presentando por orden alfabético de apellido de compositor, mientras que los ingleses agrupan por género: música de cámara, música vocal, orquesta, ópera, etc. 

Otra clara diferencia es que los franceses suelen calificar cada producción con una nota, mientras que los ingleses no, sino que simplemente señalan las producciones que se destacan por encima de las otras. 


Prefiero el sistema de calificación, no solo porque me parece una guía más directa, sino porque ya sé cuando el crítico es más bien benévolo con alguna producción o al contrario cuando la emprende contra los músicos, lo cual es bastante divertido. Otra diferencia entre ingleses y franceses es que los franceses reportan sistemáticamente los años en que vivió cada compositor, mientras que los ingleses no. Entonces en este último caso, si se trata de un compositor poco conocido, uno no sabe de entrada si va a leer algo de música contemporánea, música barroca, o si se trata del periodo romántico, por ejemplo. La verdad prefiero la información proporcionada en las revistas francesas.

PERIFÉRICOS

Finalmente, hay una sección de tecnología, en donde se presentan los nuevos aparatos, desde cables hasta amplificadores, pasando por parlantes, audífonos y todos los accesorios que uno pueda imaginarse, y de todos los precios que uno pueda imaginarse.



Hay otras secciones que suelen ser variables de revista en revista, en cuanto a su posición en la revista y su calidad. Por ejemplo suele haber una corta sección dedicada al jazz. A veces incluyen una sección dedicada a los libros de música clásica. Puede haber secciones dedicadas a instrumentos, a veces instrumentos raros y a veces a marcas o a últimos modelos de alguna marca. 


Hay una sección que me encanta y que suele estar hacia el final de las revistas, y es una especie de cuestionario que algún músico o personaje público (prefiero este caso) responde sobre música. Adoro esta sección porque muchas veces me identifico ante preguntas como « cuál es el primer disco del que se acuerda », « cuál es el disco que suele escuchar cuando todo va mal », «  cuál es el disco que le encanta y del que más se avergüenza », « si usted escribiera el libreto de una ópera a quién le confiaría la música » , etc. Las respuestas me parecen extremadamente divertidas.


HERRAMIENTA ESENCIAL

Entonces bueno, muchas veces veo las revistas como una herramienta para oír por streaming alguna grabación o comprar el CD. A veces también la veo como un medio para enterarme de eventos o acontecimientos importantes. Por ejemplo ahí me enteré del problema de James Levine (acusaciones por agresion sexual) que terminó con su destitución como director de la Metropolitan Opera de NY, y la llegada de Yannick Nezet-Seguin a ese puesto. Cosas impensables hace pocos años.

Hoy considero las revistas como guías musicales esenciales, sin las cuales la experiencia de escucha sería totalmente distinta.



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