Primera entrada - presentación

Hola, soy Andrés Torres y les presento mi blog. Contendrá algunas opiniones y reflexiones sobre algunos de los discos de música clásica que iré conociendo.

No soy músico ni musicólogo. Solo soy un melómano. Entonces no se esperen un blog de altísimo nivel. Mi actividad profesional es bien diferente: soy profesor/investigador universitario en temas de Hidrología Urbana, trabajo en el departamento de ingeniería civil de una prestigiosa universidad colombiana, trato de enseñar hidráulica, hacer investigación y publicar papers. Sin embargo, desde muy temprana edad la música ha sido parte fundamental en mi vida. Toqué flauta traversa hasta alcanzar un muy buen nivel desde los 7 años. Toda la vida he oído música, mucha música, todo el tiempo que puedo. Primero cosas por el lado del rock/pop, pasé por el jazz, el tango, y finalmente me he detenido en la música clásica, y creo que no saldré nunca. 

Al principio para mí la música clásica era muy académica, un poco (o más bien bastante) aburrida. Era la música que utilizaba para aprender flauta traversa, claro, imposible aprender a punta de death metal o algo por el estilo. No me gustaba. No me atraía. Era aburrida.

Me interesé por la composición. Participé en grupos de rock en el colegio y la universidad (Flor Violeta, La Stulta Viro, otros cuyo nombre no me acuerdo, y más recientemente Loose Reason). Ahí hacía arreglos para introducir la flauta en canciones no solamente de Jethro Tull sino de Pink Floyd, Deep Purple, Black Sabbath, Led Zeppelin y Judas Priest.

Pero bueno, cuando uno escucha mucha música, muy simple como la que escuchaba, llega un punto en que se pierde la sorpresa, uno se empieza a cansar de lo mismo... sí, y es que una canción de rock es buena si tiene 2 temas sencillos que se repiten varias veces sin ninguna variación. Si tiene 3 temas ya es una cosa super elaborada y sofisticada. Y si fuera de eso en una de las repeticiones en vez de cantar se hace un solo de guitarra o de algún otro instrumento es no solo sofisticada sino intelectualmente retadora, si fuera de eso hay una transición en donde se pierde un poco la armonía y la melodía, con algunas disonancias, eso ya es fuera de este mundo, como Pink Floyd, grupo al cual idolatro. 

Esa es un poco la fuerza de esa música, pero también su limitación: me explico, inicialmente es muy fácil de entender y lo atrapa a uno rápidamente, le repiten la melodía que le gustó sin ninguna variación, excepto la letra en algunos casos y probablemente uno que otro adorno si es un grupo muy sofisticado (esta es la fuerza), pero el tempo, la armonía, las melodías se repiten exactamente igual, entonces después de unas cuantas escuchas, que en mi caso podrían ser cientas, uno empieza a memorizar y a conocer perfectamente la canción, e inevitablemente se empieza a cansar (esta es la limitación). Entonces el mundo del rock se queda pequeño, porque ese mismo patrón se repite en todos los grupos, en todos los subgéneros. Hace poco entendí lo que alguna vez le oí a Charly García (a quien considero un genio y adoro) en una entrevista: hacer un hit es demasiado fácil.

Es ahí cuando uno empieza a explorar otros géneros. Y rápidamente se da cuenta de ese y otros problemas de esos otros géneros, como el jazz, el tango, la música popular, etc. Al principio hay un fenómeno de sorpresa, encantación, pero luego de algunas escuchas (algo parecido a 100) empieza a pasar algo similar. Con el jazz todo está más oculto, es un poco más sofisticado, pero a la larga sucede algo similar a lo que ya describí.

Inevitablemente el melómano, aquel que no puede pasar más de 10 minutos sin música porque se empieza a sentir mal, cae tarde o temprano dándole un vistazo a la música clásica. Supongo que es algo parecido de pasar de drogas suaves a drogas duras. Esa es la perdición de verdad. Ya no se puede salir.

Bueno pues yo viví eso: cuando le eché un vistazo a la música clásica, no por obligación (al aprender un instrumento) sino como proceso de exploración personal libre, caí en esa droga dura. Pero para que eso suceda, es necesario que se cumplan algunas condiciones de las cuales voy a hablar.

Muchas veces pasa que en conversaciones normales de la vida cotidiana, hay gente que le dice a uno que le gusta mucho la música clásica. Uno se emociona y de repente le sueltan que es una música muy relajante que la "utilizan" para trabajar, por ejemplo. Relajante? En serio? Para qué? Para trabajar? Paraguayo? Conclusión: no les gusta ni poquito la música clásica. Es más, me atrevo a decir que no han escuchado ni un compás de música clásica. Relajante no es ni Vivaldi ni Mozart, mucho menos Mahler o Shostakovitch. Bach tampoco, lo más relajante podría ser Satie. Esa es la primera condición: la música hay que escucharla a alto (ojalá altísimo) volumen, y sobre todo la clásica. La segunda condición: la música, sobre todo la clásica, hay que escucharla de manera exclusiva, no haciendo otras cosas. Claro, es difícil dedicarle tiempo a eso que en nuestra sociedad es perder tiempo: "a quién se le ocurre sólo oír música, sin hacer algo medianamente productivo? Imposible. Será a un looser por ahí, que no tiene ni familia, ni trabajo, ni nada, porque para pasar una hora solo oyendo música tiene que ser así". Bueno sí de acuerdo, por algo poca gente escucha realmente música. De hecho prácticamente no conozco personalmente a alguien que lo haga. La otra condición es: la música no se acerca a uno, a la música clásica no le interesa que sea escuchada, uno es el que tiene que hacer el esfuerzo de escucharla. Eso contradice todo el sistema comercial de música que se desarrolló desde los años 1950. Escuchar música clásica requiere un esfuerzo, un empeño, una terquedad para poder entender, para poder captar el mensaje musical y extramusical. No es una música ligera. Por qué? Justamente, lo que hace más interesante y a la vez retador de la música clásica es que no se reduce a esos 2 o 3 motivos que se repiten. Un tema que se repite en música clásica, no se repite exactamente igual, muchas veces se repite bastante diferente, eso es lo que se llama variación. Entonces uno no tiene el chance de asimilar un tema a la primera escucha porque ese tema cambia, no se repite igual. Por lo tanto es necesario varias escuchas de la misma obra. Por ejemplo, uno de los ciclos que más he escuchado en mi vida son las sonatas para piano de Beethoven: tengo muchas pero muchas versiones, de memoria, las 4 versiones audio de Barenboim (Emi, DG, DECCA y DG año 2020) y 1 en video (DG de los años 80, cuyo audio difiere de las otras 4), la versión de Pollini (DG), la versión de András Schiff (EMC), la de Takacs en SACD, la de Mari Kodama (Pentatone en SACD), la de Kempff (DG en Blu-Ray audio), 2 de Brendel (Philips) la de Brautigam (Bis en SACD, tocada en pianoforte), la incompleta de Perahia (parte en Sony y parte en DG) aparte de otras versiones que he oído, unas mejores que otras, en plataformas de streaming (Lisitsa, Biss, Buchbinder, Kovacevich, Levit, Goode, etc.). Son mal contadas más de 15 versiones de las 32 sonatas de Beethoven. Les aseguro que si bien oigo al menos una sonata cada semana, cada vez que la oigo es como si la estuviera descubriendo, como si no tuviera ni idea. Es una música tan compleja para mí que no me canso de oírla y no acabo de entenderla totalmente y... pues no la conozco aún. Eso es fascinante, porque siempre es el mismo placer que la primera vez. Lo mismo puedo decir de las sinfonías de Beethoven, sus conciertos para piano, ..., pero no crean que solo es Beethoven, es que es Brahms (sinfonías, conciertos, obras para piano, etc.), Schubert, Schumann, Mahler, Bruckner, Bach, Liszt, Wagner y no vayan a creer que solo pasa con los germanos, no, es que es con Chopin, Saint-Saëns, Berlioz, Elgar, Vaughan Williams, Shostakovitch, Prokofiev, Dvorak, Vivaldi (aún cuando dicen que escribió 500 veces el mismo concierto), etc. Es un universo tan exageradamente grande, que es como infinito. Se entra pero nunca se sale.

Bueno, entonces ya saben más o menos por dónde irá este blog. Tengo una colección de más de 7000 CD's, más de 600 DVD's (o Blu-Ray's) de conciertos. Como les dije, no pasa un día sin que oiga algo de música, en general muchas horas, de día y/o de noche. Estoy suscrito a 2 revistas francesas (Diapason y Classica) y 1 inglesa (Gramophone) especializadas y sigo el blog de Angel Carrascosa, él sí un verdadero crítico. Entonces este blog contará algunas impresiones, opiniones y comentarios sobre algunas de las grabaciones nuevas o antiguas que iré escuchando. Eventualmente impresiones sobre algún concierto o recital. Es eso. Espero poder interactuar con algunos de ustedes.


Comentarios

Publicar un comentario