Música reciente

Una de las cosas que me fascinan de Beethoven es que si bien su música recuerda a sus antecesores, Mozart en especial pero también Haydn, sobre todo en sus primeras composiciones, también tiene una apertura increíble a la música posterior. Es una especie de pivote en la música, un centro de gravedad. Hay un antes y un después de Beethoven. Si uno se acerca a la música clásica, creo que empezar por Beethoven es buena idea, porque hace un barrido por todos los géneros relevantes y contiene de alguna forma todas las épocas. Entonces oír Beethoven es darle una mirada indirecta tanto al pasado como al futuro y por lo tanto genera no solo que uno quiera explorar ese compositor de manera más exhaustiva, sino también que se interese en todas las épocas de la música clásica. Eso me pasó, empecé por Beethoven, y seguí explorando el antes y el después. Por ejemplo a mí no me llamaba para nada la atención Mozart, pero luego de oír Beethoven, lo natural es interesarse en Mozart, y hoy Mozart hace parte de mis compositores preferidos. Podría decir algo parecido de Haydn. 


MAHLER Y LOS COMIENZOS DEL SIGLO 20


Pero considero que es aún más natural interesarse por el después de Beethoven: pasaron tantas cosas después de Beethoven, hubo tanto desarrollo de la música clásica que parece casi abrumador. Solo referirse a quienes escribieron sinfonías representa todo un reto: Schubert, Mendelssohn, Schumann, Brahms, Tchaikovsky, Dvorak, Bruckner, Saint-Saens, Mahler podrían ser los herederos directos de Beethoven. Pero luego? Después de esto? Ya Mahler en pleno siglo 20 y seguía proponiendo cosas espectaculares, novedosas y aún dentro de una estética que me es familiar de cierta forma. Pero en efecto Mahler representa una modernidad a su manera, una especie de fin del camino luego del cual hay que pasar a otra cosa. Entonces después de Mahler quien podría desarrollar la música clásica? 

En efecto, solo un genio como Shostakovitch podía proponer algo. Empecé a interesarme por Shostakovitch, en especial por su ciclo de 15 sinfonías. Recuerdo que no había en el mercado ningún ciclo sinfónico publicado por algún sello de importancia. Hasta que salió el ciclo de Mariss Jansons para EMI y me abalancé a adqurirlo a ojos cerrados. 


Grandísimo ciclo, enorme, increíble desarrollo postmahleriano. Me sorprendió la instrumentación, el color que lograba. Me interesé también por sus conciertos, los de piano son absolutamente exquisitos, por ejemplo. 

Casi en paralelo me interesé por el ciclo de 7 sinfonías de Prokofiev, esta vez con el ciclo de Seiji Ozawa. 

No podía parar de oirlo y repetir esos 4 cds en bucle. No sé en qué estaba pensando, pero escribí lo más grueso de mi tesis doctoral “oyendo” sin parar en bucle estos 4 cds con las 7 sinfonías, como una especie de banda sonora de mi investigación. Tiempos dramáticos, duros, retadores, casi épicos, con muchos altibajos anímicos y emocionales, varias disonancias y algunas estridencias, tal cual como las sinfonías de Prokofiev. Igualmente los conciertos de Prokofiev son algo espectacular, en especial los de piano. En esa época los oía muchísimo también. 

Tienen algo que no tienen los conciertos para piano de ningún otro compositor, una especie de nostalgia fría, o de nostalgia blanca… 

Me interesé también en la vida de Shostakovitch, su relación ambigua con el poder, el “juicio público” que le hicieron luego del estreno de su ópera Lady Macbeth de Mentsk, luego de lo cual pasó de verse como un compositor de ópera a otra cosa, a algo más abstracto y por lo tanto más profundo para mí. 

Sus sinfonías son increíbles, pero también sus conciertos, sus cuartetos y su música para piano. 


BERNSTEIN Y STRAVINSKY


Entonces así fue como me fui yendo a la música más reciente. Claro, luego de Prokofiev o Shostakovitch qué podría seguir? Por Mahler empecé a enterarme de Bernstein y que también era compositor. Las tres sinfonías de Bernstein me encantan, en especial la primera, y algunas cosas como la obertura a Candide, que me parece absolutamente exquisita. Pero hay también varias cosas que me parecen más bien flojas, sin mucho interés… a propósito de la película Maestro, la escena en que está componiendo Mass es tal vez mi preferida de toda la película, e hizo acercarme más a esa obra. Cuando sustenté mi doctorado, mis compañeros cercanos me regalaron la colección de las obras de Bernstein dirigidas por él mismo. Ahí entendí que si bien hay joyas, también hay cosas que me cansan, que no puedo oír sino pocas veces al año.

Entonces apareció Stravinsky con su Sacre du Printemps, qué obra! Si solo hubiera compuesto eso hubiera pasado a la historia así como Bizet con su Carmen, seguro. Stravinsky tiene otras cosas muy buenas, no sé nombrarlas, pero recuerdo que tuvo dos épocas increíbles que fueron el primitivismo ruso (con el sacre y otras) y el neoclacisismo (con Oedipus Rex y otras). Creo que todo lo que hizo en esos dos estilos vale la pena. Pero en cuanto a lo que hizo bajo el serialismo realmente no me gusta mucho. Stravinsky cuenta bastante para mí pero en realidad no lo considero un genio, está en una categoría diferente de la de Shosta o Proko. Creo que también es un poco por la personalidad tan ligera, tan fashion que tenía. En todo caso, por cosas de la vida, celebrábamos año nuevo en Alemania donde el tío Ernst, debió ser el fin de año 2007-2008, y su esposa me regaló un bono de una tienda de discos, que cambié por la caja Sony con todas las obras de Stravinsky dirigidas por él mismo. Esta es una de mis joyas. Oí bastante esta colección, pero debo confesar que ya hace varios años soporto menos esta música, excepto el Sacre, ese sí lo pongo en otro nivel.


PENDERECKI Y GUBAIDULINA


Durante algún tiempo me sentí muy cercano a la música de Penderecki. Empecé una gran colección de sus sinfonías. Me encanta la combinación coral y las percusiones de este compositor polaco. Creo que muchas cosas de Penderecki son muy agradables de oír y son extremadamente estéticas para tratarse de música reciente. Oí bastante Penderecki pero por alguna razón que no logro entender, fui dejando de oírlo. En todo caso considero a Penderecki como de los grandes compositores del siglo 20. 


Descubrí la música de Sophia Gubaidulina con el cd de Anne-Sophie Mutter en que combina los conciertos de Bach con el concierto In Tempus Praesens de la compositora rusa. Este cd es increíble. El contraste o más bien maridaje de las obras es extremadamente acertado, con un Bach que sirve de abrebocas a la obra de Gubaidulina. Por supuesto creo que si no fuera por Mutter esta obra perdería bastante de su gracia: qué sonido, qué matices! Sin embargo, creo que la complejidad de la obra me impidió ir más allá y conocer algo más de Gubaidulina, a excepción de otras pocas obras. No es que me haya desilusionado, es que es como si con este concierto ya tuviera lo que necesito y puedo asimilar de ella, repito, dada su complejidad. Definitivamente no es un plato fácil de digerir.


BOULEZ


Entonces descubrí a Boulez. Yo conocía un poco Boulez en su rol como director, por su espectacular y controvertida versión del centenario del Ring en Bayreuth, además por una colección de Bartok increíble, una colección de Webern y… no mucho más. Todo esto me pareció siempre de una calidad excepcional. Entonces decidí acercarme a sus composiciones con la caja de Deutsche Grammophon. Esta también es una de mis joyas.

Oí bastante esa caja, pero poco a poco me empezó a cansar. Requiere demasiada concentración y empecé a no disfrutar la experiencia. Digamos que es demasiado intelectual y con una estética en segundo plano. O más bien un lenguaje estético muy alejado del mío. Ahí está el problema de la música reciente, que lo principal no es la estética sino la parte intelectual. Y Boulez es un grandísimo genio de la música del siglo XX, un intelectual sin concesiones, un extremista. Y claro, eso no es para todo el mundo ni para todos los momentos. A pesar de esto, cuando pienso en la música de Boulez, creo que se activa algo como la dopamina o algo por el estilo, y cuando oigo algunos compases pasa también algo por el estilo. Creo que de los más modernos, es de los que tiene más chances de que su música sea programada con frecuencia, aunque hoy no suceda, pero estoy seguro que en un futuro muy cercano sí. Recuerdo perfectamente el año 2016 por la muerte de Boulez a comienzos de ese año. Para mí es uno de los años más apocalípticos que he vivido, empezando por el Brexit, Trump, confirmado por los eventos en Colombia, los ataques terroristas en Francia y la muerte de una gran cantidad de personajes importantes como Boulez, Harnoncourt y Morricone, sin mencionar los de música popular (Prince, Bowie, Little Richard y varios más). Un año que solo podía ser olvidado por el 2020.


DIRECTORES COMPOSITORES


Me llaman la atención aquellos directores de orquesta famosos que también son compositores. Creo que ese es el deber ser, pero hoy no es muy común, yo creo que porque esos hombres de negocios en que se convirtieron los directores ya no tienen tiempo para componer, pero también porque están satisfechos con la música del pasado y, como le oí a Karajan una vez, lo que podrían componer hoy obligatoriamente es inferior a lo que ya se ha hecho antes, entonces para qué. En esto último estoy fundamentalmente de acuerdo, pero entonces quiere decir que después de Beethoven no debería haber música, lo cual es muy extremo, porque nos hubiéramos perdido de gran música. Ya mencioné a Bernstein, gran director de orquesta y compositor. Y también están Furtwängler y Klemperer. Lo que he oído de ellos es bueno, sin ser excepcional, pero manejan una estética muy siglo 19. Tal vez por eso su música me parece soportable.


LOS MÁS EXTREMOS


Otros a los que me acerqué y que hoy estoy bien alejado son Dutilleux, Rautavaara, con sus sinfonías, y Ligetti. 

Yo creo que fue Ligetti quien me terminó de alejar de la música actual. Me parece divertido su experimento de los 100 metrónomos por ejemplo, pero definitivamente lo considero un experimento y no música realmente. Y hay otras cosas realmente insoportables de este compositor, aunque lo de piano me parece bastante bueno, lo que grabó Aimard.


Hace poco volví a oír a Lutoslawski, después de muchos años sin hacerlo, y me di cuenta del enorme valor de este compositor. El manejo de las maderas es realmente impresionante en sus sinfonías. Las texturas, la emoción, el carácter son increíbles. De alguna forma me recuerda a Boulez, aunque algo más ingenuo y simple. Me encanta cómo se nota también la herencia de Shostakovitch en algunas partes de sus sinfonías. Aunque para mí no se trata de verdaderas sinfonías, estas piezas sinfónicas sí proponen algo nuevo, sin dejar de lado ni la tradición, ni cierta estética.


LOS MÁS LIGEROS 


Tal vez por contraposición a estas cosas tan pesadas como Ligeti y compañía, empecé a interesarme por el movimiento minimalista con Glass, Nyman y otras cosas. Valentina Lisitsa con su doble cd con composiciones del estadounidense Philippe Glass me mostró una cara un poco más amable, agradable y estética de la música reciente. Por supuesto es una cara bastante más Light de la música en general pero hoy en día tal vez prefiero este tipo de propuestas. Otro minimalista que conocí gracias a Valentina Lisitsa es el británico Michael Nyman cuya música también encuentro bastante agradable y cercana. 

Durante algún tiempo pensé que el repertorio de Lisitsa se reducía al minimalismo. Luego me di cuenta que es una gran pianista con un repertorio mucho más amplio. 


En el extremo de esta corriente se encuentra el publicista convertido a compositor Joep Beving. Esto me parece igualmente bastante relajante pero por supuesto considero que el valor histórico de estas composiciones no es alto. 


Hace muy poco me di cuenta de propuestas muy interesantes de norteamericanos como Edgar Meyer o Florentine Price, que en realidad no creo que dejen una huella indeleble en la historia de la música, pero su propuesta es bastante particular, un poco crossover pero no tan limitado, sino pretendiendo llevar algo de música afroamericana a algo más elevado. A Edgar Meyer lo conocí con un disco del cuarteto Emerson String Quartet, cuarteto que me fascina, lástima que se acaban de disolver. Y a Price la conocí con un par de discos del canadiense Yannick Nezet-Seguin, director que sigo asiduamente con cada disco que publica. No es la música que oigo todos los días, pero valoro este tipo de propuestas de música reciente.


REFLEXIÓN FINAL


En conclusión, la música reciente responde a un desarrollo normal del ser humano en este arte, explorando alternativas de sonidos y expresiones no conocidos antes. Creo que en algunos casos es muy interesante lo que se ha hecho, pero en otros parecería una especie de engaño. Por otro lado, la música clásica ha estado tradicionalmente más bien alejada de los asuntos comerciales en el momento de su composición, es decir sin pensar en que se distribuya masivamente en la sociedad, sino más a pequeños grupos o incluso a personas, de manera individual. Sin embargo, creo que la música actual ha llevado al extremo esta condición, lo cual no me parece reprochable en sí. Tal vez lo que menos me gusta es que, relacionado con lo anterior, es un arte que se ha intelectualizado demasiado, perdiendo otras dimensiones de la música. Me alivia que alguien tan relevante como el director de orquesta Marek Janowski opine algo similar a lo que pienso, al afirmar que la música que satisface únicamente un placer intelectual es un completo fiasco. 

Algo similar le oí a Jean-Pierre Rampal en una entrevista, a quien casi todos los compositores de música contemporánea le parecían casi unos estafadores, a excepción de Boulez. Al mismo tiempo admiro el profesionalismo de Janowski al aceptar que así a él no le guste la música contemporánea, es oficio de un director de orquesta dar a conocer las obras actuales, y que toda obra contemporánea merece ser presentada al público, así en muy pocos años se haya olvidado completamente. En fin, en todo caso me parece que se le ha dado cada vez menos importancia a la estética. Y creo que se puede lograr avanzar en el desarrollo de nueva música sin dejar de lado la estética. Esto también lo creo para todas las artes. Se puede lograr pero es más difícil, claro. De todas formas, en cuanto a la música de muchos de los compositores que he mencionado, si bien en los últimos años me he alejado, estoy seguro que volveré a oírlos, y que más bien necesito madurar un poco más para poder acercarme nuevamente.

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