Bruckner 9+2

Luego de Beethoven, pero aún muy al comienzo de mi relación enfermiza y extrema con la música clásica, por allá en 2003 me interesé por Bruckner, según decían algunos « el mejor sinfonista de todos los tiempos ». Entonces yo pensaba que mejor que Beethoven imposible ! La caja EMI de Jochum que compré en Tower Records fue durante mucho tiempo lo único de Bruckner en mi discoteca. 

Desde entonces la he oído y oído y creo que aún me falta mucho para asimilar esa música. Esa caja sigue siendo mi referencia. Hace poco quise contrastar esas interpretaciones de Jochum y la Staatskapelle de Dresden para EMI con la que muchos consideran como lo mejor de Bruckner de todos los tiempos, la caja DG de Jochum. Pero sinceramente me quedo con la de EMI sin dudarlo.

Por allá en 2005 o algo así, me di cuenta que no habían muchos videos con las sinfonías de Bruckner. Bueno, en realidad en esa época no habían muchos videos de casi nada. Compraba DVDs sueltos en la Fnac, tanto de Beethoven como de Bruckner, algunos de Mozart también. El holandés errante de Wagner y … pare de contar. No había mucho. De Beethoven recuerdo el DVD de Abbado con las sinfonías 3 y 9. Y de Bruckner DVDs con sinfonías sueltas interpretadas por un tal Günter Wand. Yo la verdad no sabía quién era ese Wand, solo los compré por Bruckner, porque era lo único en video de Bruckner en la época. Esos videos afianzaron aún más mi fanatismo por Bruckner. Esas interpretaciones de esos videos de Wand son increíbles. 

Wand ya al final de sus días, dirigiendo como podía, pero qué potencia increíble. Además el carácter, totalmente Bruckneriano, algo muy nuevo para mí en la época : Bruckner es lo más oscuro, poderoso, oculto y arcaizante de la música clásica. Me van a perdonar pero sería algo así como el Black Sabbath de la música clásica. Y con estos videos de Wand confirmaba completamente esto. Muchos años después adquirí el ciclo completo de Wand para Sony y la verdad me desilusionó bastante en comparación con los videos. Últimamente lo he entendido mejor. Creo que Wand es excepcionalmente y significativamente mejor en las últimas sinfonías de Bruckner que en las primeras. Y hablo de excepción porque siempre me han enloquecido las tres primeras sinfonías de Bruckner, de casi todos los intérpretes, a excepción de Wand. Para mí ese es el gran problema de Wand, de lo contrario sería la referencia incontestable en Bruckner.

También por la misma época apareció el DVD con la 8a de Bruckner por Boulez y la orquesta filarmónica de Viena. Esa interpretación era en la iglesia en donde permanecen los restos de Bruckner, y era para celebrar unas efemérides, no recuerdo cuáles. 

Todo parecía indicar que era una versión de referencia, pero me dejó bien indiferente hasta el día de hoy. Me parece fría, y la dirección de Boulez, es decir el estilo, los movimientos y demás, no ayuda. Yo adoro Boulez, incluyendo sus propias composiciones, pero definitivamente Bruckner no es lo suyo, en cambio su Mahler es exquisito, a pesar de no ser su elemento como tal, por ser un compositor tan antiguo para Boulez. Las de Boulez podrían ser las versiones de referencia en Mahler. En todo caso, compitiendo con Abbado, Bernstein y Klemperer, las de Boulez son un tesoro increíble y se encuentran en lo más alto de mi discoteca. Pero esta es otra historia.

 

Con Bruckner pasa algo complicado por las diferentes versiones de sus sinfonías. Él fue muy criticado con casi todo lo que compuso. Y además era muy inseguro y obsesivo, y con las críticas que recibía él modificaba cada composición hasta el cansancio. Entonces hablamos de entre dos y tres versiones de cada sinfonía. 

Adicionalmente alumnos de Bruckner, como Franz Schalk, se tomaron la libertad de modificar sustancialmente algunas de sus obras: se dice que Schalk llegó a eliminar hasta 100 compases de la quinta sinfonía de Bruckner cuando la dirigía. Eso generó una confusión editorial, porque en realidad no se sabe cuál es la versión preferida y cuáles son versiones alternas. Nunca quedó declarado. Entonces cada editor escoge la que a su juicio es la versión de referencia y la publica. Y entonces las grabaciones también varían mucho, porque el intérprete escoge la versión publicada de algún editor. Hacia los años 1930, los editores Haas y Nowak se empeñaron en publicar las versiones originales (es decir, las primeras versiones) de las sinfonías de Bruckner, pero Haas no pudo nunca tener acceso a todos los manuscritos, a diferencia de Nowak, quien tuvo más acceso. Cuando compré la caja EMI de Jochum, reivindicaban que se trataba de la edición Nowak. A mí en es época ni me iba ni me venía pero me empecé a enterar que el embrollo de las ediciones es una cuestión central en Bruckner. Adicionalmente Bruckner compuso dos sinfonías « de estudio », que cualquier otro compositor hubiera numerado dentro de sus opus normales, y hoy se conocen injustamente en mi opinión como la 00 y la 0. Digo injustamente porque la calidad de estas sinfonías es suficiente como para haber sido numeradas normalmente, y entonces estaríamos hablando de 11 sinfonías de Bruckner en total.

Entiendo que con la 8a hay una controversia fuerte porque la versión más aceptada es sustancialmente más larga que las otras. Y por ejemplo Klemperer decidió siempre dirigir la versión más corta, para molestia de los Brucknerianos más puristas, que piensan que esa versión corta fue un abuso y que no representa a Bruckner. En todo caso Klemperer hiciera lo que hiciera era un director absolutamente increíble. No sé cuál es su secreto en realidad, ni su rasgo característico, pero las grabaciones que dejó en Londres al final de sus días son perfectas. Por ejemplo no conozco una mejor quinta de Beethoven. Tal vez solo se trata del tempo, ni muy lento ni muy rápido. Pero también el « peso » de la orquesta es perfecto: ni muy pesada ni muy liviana. Hablando de la quinta de Beethoven, tal vez el peor insulto que he oído es la reciente versión de Yannick Nézet-Seguin. Yo soy fan aboluto del director canadiense, y las otras sinfonías de su ciclo Beethoven no me parecen tan mal como muchos han dicho, incluso me encantó su novena, pero esa quinta sí es una gran pifia, lástima. Me pareció repugnante, tal vez nunca había sentido esto, bueno pensándolo bien tal vez sentí lo mismo con la sonata Claro de Luna de Beethoven tocada por Glenn Gould: qué estaba pensando Gould para llegar a ese tempo tan absurdamente rápido en el primer movimiento? Me imagino que muchos sintieron lo mismo cuando publicó sus famosas Goldberg.

 

Volviendo a Bruckner, alrededor de 2016, Barenboim publicó las nueve sinfonías con la Staatskapelle de Berlín, dejando de lado las 00 y 0, como casi todos los intérpretes. Recuerdo que inicialmente lo hizo a través de su sello Peral y fue a cuentagotas, primero las tres primeras (rarísimo porque siempre se privilegian las últimas, que es algo con lo que yo no estoy de acuerdo para Bruckner) y luego sí de la 4 a la 9. Yo me compré los archivos de itunes de todo el ciclo, y unos meses después Deutsche Grammophon las publicó en CD como si nada, nunca entendí qué pasó. 

Me imagino que la DG se las compró a Peral para poder sacarlas. Adicionalmente, por la misma época publicó en video de la 4 a la 9. 

En ese momento supe que era la tercera colección de todas las sinfonías de Bruckner que publicaba Barenboim: las otras dos con la sinfónica de Chicago y con la Berliner Philharmoniker. Todas de una altísima calidad. 

 

También me interesé por Karajan y su ciclo de los años 70 con la Berliner Phiharmoniker. Ese ciclo nunca me pareció que estuviera a la altura de un Jochum, un Wand (en video) o un Barenboim. De hecho luego conocí las interpretaciones con la Wiener Philharmoniker en los 80s de algunas sinfonías y me parecieron de una calidad muchísimo más elevada.


Poco después me enteré que Yannick Nézet-Séguin era un Bruckneriano consumado y que había grabado las 9 sinfonías numeradas con la orquesta de Montreal. 

Me parecía bastante joven para haber grabado todas las sinfonías de Bruckner. Aclaro un poco: se dice que Bruckner no es tan difícil de dirigir como aparenta, pero que para capturar su esencia es importante que el director tenga mucha experiencia y por lo tanto los directores Brucknerianos suelen ser de edad relativamente avanzada. Sin embargo yo hacía cuentas y me parecía que Barenboim había grabado su primer ciclo de Bruckner cuando estaba bastante joven, con la sinfónica de Chicago.

 

Luego vinieron muchos otros ciclos, algunos incompletos, dentro de los que están el de Klemperer, y el de Abbado, de los que más recuerdo. 

El de Harnoncourt me dejó bien indiferente en realidad. 

Y uno que aún no considero de los mejores es el famoso de Celibidache, a quien muchos consideran como la referencia en Bruckner, yo no.

 

Hay un ciclo muy despreciado, el del norteamericano Dennis Russell Davies. Este a mí me parece de alta calidad, aunque prefiero otros. A Russell Davies lo conocí con la caja Sony con todas las sinfonías de Haydn, y me impresionó mucho en su momento, y este ciclo de Bruckner estaba irresistiblemente barato en Amazon. 

Lo que más me impresiona de Bruckner es que su música no se parece a nada en mi opinión. Sobre todo a nada de antes de Bruckner. Por supuesto mucha música de después se inspiró en Bruckner, pero ni siquiera es tan evidente como Mahler por ejemplo. Por ejemplo Shostakovitch me parece mucho más Mahleriano que Bruckneriano, incluso creo que era Prokofiev quien lo molestaba diciéndole que por si no sabía había otros compositores en el mundo aparte de Mahler. Estoy de acuerdo, la música de Shosta tiene claras referencias a Mahler. Incluso me ha pasado que por segundos pienso que estoy oyendo Mahler cuando en realidad está sonando Shostakovitch.

 

Por otro lado hay particularidades en la música de Bruckner que yo creo que influyeron en que no fuera tan popular en su época ni varios años después. Está la instrumentación, que muchas veces se basa en melodías por parte de los cobres, mientras que las cuerdas acompañan. Esto no solo implica cambios en timbres sino en la dinámica, puesto que un corno o un trombón no son capaces de hacer melodías tan rápidas como las cuerdas. Esto vuelve la música de Bruckner algo pesada en comparación con lo que uno está acostumbrado. Por otro lado, algo que me molestaba un poco al principio es que hay muchos cortes en los movimientos. No son melodías tan fluidas en muchos casos, sino que corta y retoma, corta y retoma, en repetidas ocasiones, y esto puede incomodar un poco. Y por otro lado creo que hubo una especie de desorientación en la época de Bruckner, porque se sabía que era un maestro del órgano y una persona muy religiosa. Sin embargo, si bien compuso algunas obras sacras, por cierto increíbles, no compuso nada para órgano, es decir, era un gran improvisador al órgano pero no dejó ninguna transcripción de eso. Esto es desconcertante, claro. En cuanto al estilo musical, en realidad no parecía componer a la moda de su época: no es un romántico como tal, y tampoco guarda mucha relación con el wagnerismo, a excepción del cromatismo. Y, si bien tiene estructuras contrapuntísticas, en realidad no era un clasicista como Brahms. Bruckner se ubica históricamente en el campo de Wagner. En efecto admiraba a Wagner y quedó muy impresionado cuando estudió las partituras de las óperas Fliegende Hollander y Tannhauser y posteriormente con una representación de Tristan e Isolde en Munich en 1865 en la que además conoció por fin a su venerado Wagner. Sin embargo, musicalmente no se parece a Wagner, empezando porque no compuso óperas y las sinfonías que compuso guardaban una estructura clásica a la larga, con sus 4 movimientos, algo que Wagner hubiera podido reprochar. De hecho Wagner pensaba que las sinfonías compuestas luego de Beethoven, pero compuestas a la manera de antes de la 9a de Beethoven estaban mandadas a recoger, y que Beethoven había sido muy claro en que había que introducir obligatoriamente la voz en la nueva música. Wagner despreciaba  todos los que según él no entendieron ese clarísimo mensaje de Beethoven, pero parece que se lo perdonó a Bruckner, quien no compuso sinfonías con voz y no compuso ese tipo de poema sinfónico que sí hizo Liszt, y que por cierto nunca he entendido bien. Yo creo más bien que Bruckner se ubicó en el campo de Wagner porque le dedicó su tercera sinfonía y también por mostrarse extremadamente sumiso frente a él. Yo creo que Wagner era un acomplejado y aceptó a Bruckner solo porque le rindió pleitesía y no lo vio como rival ni oponente, a diferencia de Brahms, por ejemplo. La anécdota siempre me ha dado risa: se cuenta que Bruckner fue a visitar a Wagner con las partituras de la tercera y la cuarta sinfonía bajo el brazo para que Wagner escogiera cuál quería que le fuera dedicada. 

Pero parece que bebieron más de la cuenta, y al final ninguno de los dos estuvo realmente consciente para saber cuál había sido la seleccionada por Wagner. Yo creo que por el estilo lo normal era que escogiera la tercera y así quedó dedicada. Pero aunque nadie cuestiona esto hoy en día, creo que en el momento hubo dudas. Me imagino perfectamente a Wagner con mucho alcohol en la sangre enredando a Bruckner dando opiniones sobre ambas sinfonías al tiempo, pasando de una a otra, feliz de oírse hablar, como siempre. Finalmente, algo extramusical pero que pudo haber contado en la fría recepción de la mayoría de las obras de Bruckner fueron algunos rasgos de su personalidad: se sabe que era obsesivo y maniaco-compulsivo, y que, además de otras cosas, le atraía la necrofilia y los temas relacionados con la muerte, trascendiendo el tema religioso, con el cual también era obsesivo.

 

Siempre me ha parecido que su obra es un continuo, que todas sus sinfonías hablan más o menos el mismo idioma. Cuando oigo Bruckner me parece mucho más atemporal que cuando oigo casi cualquier otro compositor. Esto me recuerda a Sibelius. Me encantan todas sus sinfonías, pero las primeras me gustan mucho más que las últimas. Sin embargo realmente todas son joyas musicales. Tal vez la que menos me gusta es la novena, y la que más…la verdad no sabría decir aunque siempre me ha enloquecido la primera. Tal vez por ser la primera que oí, y quedé atrapado hasta hoy.

Comentarios

  1. Que lastima que no te guste la novena, para mi los ultimos compases del adagio son unos de los momentos mas sublimes de la musica-

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    1. Yo creo que se trata de madurez musical. Seguro vendrá el tiempo en que no pueda vivir sin la 9a de Bruckner. Hoy me parece increíble que hace no tanto me aburría la mayoría de adagios, por ejemplo. Gracias por el comentario

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