La muerte y la doncella

No me considero experto en música de cámara. Es más, solo hasta hace relativamente poco me empecé a interesar por este género. Creo que la cosa empezó con la colección de los cuartetos de cuerdas de Beethoven de Emerson String Quartet o con los cuartetos de cuerdas de Haydn por Amadeus Quartet, no recuerdo cuál fue primero. Emerson se volvió mi referencia en Beethoven, Bartok, Dvorak, y todo lo del siglo 20, mientras que Amadeus mi referencia en Haydn y Mozart.


 

EL RUEGO DE SCHUBERT

En cuanto a Schubert, en realidad nunca supe cuál era mi referencia. Casi que no he oído sino excelentes interpretaciones de los cuartetos de Schubert, pero como dije no me considero un experto en el tema, entonces difícil juzgar así.

Como todo lo que hizo Schubert, sus cuartetos de cuerdas son increíbles, todos. Sin embargo, hay un cuarteto de Schubert que realmente pongo por encima de todos los otros. 

Se trata del cuarteto número 14 titulado La Muerte y la Doncella, compuesto en 1824, cuando Schubert tenía 27 años, luego de una prolongada pausa en música de cámara de 8 años (1816-1824) en que se dedicó sobre todo al lied y trató de sacar adelante proyectos de ópera. Recordemos que Schubert murió de 31 años solamente. Parece que contrajo sífilis, enfermedad incurable en la época, y a los 26 años fue internado para tratársela con los remedios de la época que incluían té de mercurio y cosas así, y sobre todo para ocultar los visibles síntomas de la enfermedad. Según la correspondencia, Schubert estaba deprimido porque sabía que pronto iba a morir. En 1823 escribió un poema llamado « mi ruego »  en el que habla que ese martirio que fue su vida pronto cesaría para siempre. 

Es posible que este retorno a la composición de cuartetos se deba a una especie de retorno a sus raíces musicales, luego de aceptar revaluar su vida y aceptar que pronto iba a morir. O tal vez pensaba que ya había superado la enfermedad venérea y pensaba que era un nuevo comienzo. Como músico, es posible que pensara que esta forma de cuarteto era más cercana a la forma sinfónica, la cual quería desarrollar.


EL REQUIEM DE SCHUBERT 

Creo que todos estamos de acuerdo que sus mejores obras las compuso por esa época, incluido el cuarteto que menciono. Este cuarteto está escrito en re menor, misma tonalidad que el requiem de Mozart. Adicionalmente, todos sus movimientos están escritos en tonalidad menor. 

El primer movimiento es una especie de lucha con la muerte, hasta llegar a resignarse, para pasar al segundo movimiento que es una marcha fúnebre impresionante. Este segundo movimiento es el que le da el título al cuarteto, puesto que retoma la melodía principal de la canción (lied) "La muerte y la doncella" (Der Tod und das Mädchen) que Schubert había compuesto en 1817 con base en el breve poema de Mathias Claudius. 

El tercer movimiento, aunque bien interesante, funciona como transición y preparación al último movimiento, una tarantella, danza italiana inventada originalmente para curar un tipo de locura provocada por la picadura de una tarántula. 

En ninguna parte he leído que Schubert se viera a sí mismo como la doncella del poema de Claudius y posteriormente del lied y del cuarteto. Pero tampoco me parecería descabellado, porqué no? Entonces, por un lado Schubert parece resignado a su muerte a tan corta edad, y por otro guarda de cierta forma la esperanza de curarse. Y musicalmente es una genialidad, aportando reales innovaciones a la forma de cuarteto, en el que ya no se trata de acompañar al primer violín, sino que se convierte en una forma casi sinfónica.


VERSIONES RECIENTES

Una de las versiones que me alertó sobre lo extraordinario de este cuarteto de Schubert fue la del cuarteto Chiaroscuro. No sé si solo sea impresión mía (me aburre comparar tiempos) pero creo que es la versión más rápida que conozco. Esto sobretodo para los movimientos extremos. Pero incluso en algunas variaciones del 2o movimiento a uno se le olvida que se trata de un andante. Puede ser por la sonoridad obtenida debido al enfoque historicista y los instrumentos que utilizaron. El sonido es un poco crudo, pero creo que le va muy bien a este cuarteto. Y es una de las versiones que más contrastes maneja, no solo en los tempos sino también en matices, lo cual también le va muy bien. Esta además es una excelente grabación de 2018, reconocida en una entrevista por la líder del cuarteto Alina Ibragimova en la revista Gramophone en noviembre de ese año. Adicionalmente, la grabación está disponible en SACD.

Como comento, me parece difícil encontrar una mala versión. Dentro de las que conozco, creo que la mejor que he oído es la reciente del cuarteto Modigliani, de la colección con todos los cuartetos de Schubert. En esta versión todo me parece perfecto, el tempo, la dosificación de cada instrumento, las matices e incluso la reverberación, que seguro a algunos les podría parecer exagerada, pero que a mí me captura. El sonido del violín es realmente excelente.

Por otro lado, me parece que para el segundo movimiento son pocas las grabaciones que realmente capturan el ambiente sórdido, casi enfermizo, que creo que es la gracia de estas cinco variaciones. El hecho de insistir en el tema, pero en forma de variación, marca un carácter desesperado, queriendo explicar algo de maneras distintas y tratando de mantener la calma pero sin conseguirlo realmente. Yo en realidad no asocio este segundo movimiento a que la doncella ya estaba muerta, como he leído varias veces, sino a un ruego de ella a la muerte para que no se la lleve. Dentro de las grabaciones que he oído últimamente, el Belcea Quartet es el que mejor lo logra. Hace poco la revista Gramophone publicó un listado de las 50 mejores grabaciones de Schubert de todos los tiempos e incluyeron esta grabación de Belcea. Solo por este segundo movimiento estoy de acuerdo. 



VERSIONES LEGENDARIAS

Por otro lado, aunque aprecio el primer movimiento que propone el Emerson String Quartet, me parece que no logra el ambiente que comento. El Emerson me parece excelente para los movimientos vivos, como el primero (sin destacarse tampoco), el tercero (sobre todo este) y por supuesto el último. Pero creo que queda debiendo para el segundo, como si se lo tomara a la ligera, lástima.

Inicialmente la versión de Amadeus Quartet puede parecer demasiado legatto en el primer movimiento, y por lo tanto poco adaptada al carácter frenético de la obra. Pienso que en efecto esta obra se sale mucho del molde con respecto a lo que estaban acostumbrados a tocar los Amadeus. Ese carácter de violín principal de Brainin acompañado por los otros es bien marcado en las interpretaciones de esta agrupación, y por lo tanto para esta obra en particular puede parecer poco adaptado. Y no solo para el primer movimiento; en efecto el segundo movimiento me parece muy meloso en manos de Amadeus. Creo que se concentran en la belleza de las melodías sin preocuparse tanto por el carácter patético y enfermizo que creo debe tener este segundo movimiento. Incluso creo que este segundo lo tocan demasiado legatto también. Al final de este segundo movimiento uno podría estar literalmente hastiado de Amadeus. Sin embargo, creo que desde el tercero reaccionan, con esas appoggiaturas tan bien logradas. Pero la verdad, el movimiento que tiene un gran valor, y por lo que vale la pena esta grabación es el cuarto. Es verdad que puede perder un poco el carácter diabólico, de danza del diablo, pero justamente tratar de mostrar la belleza en esto a toda costa genera una cara más monstruosa aún, como un excesivo maquillaje en una cara inesperada: por supuesto el resultado final es casi aterrador.

En cuanto al Melos Quartet, creo que logra capturar como ningún otro cuarteto el carácter del primer movimiento. Conocí la obra de cámara de Schubert con la colección de todos los cuartetos de Melos para Deutsche Grammophon. Una colección increíble, en la que muestra en su día más humano y orgánico a Schubert. Así mismo, específicamente para este cuarteto, creo que le viene muy bien esos cambios de tempo y casi que de carácter, mostrando que es posible una propuesta en que el tempo sea retenido, sin poner en duda el staccato en el primer movimiento. Luego de dar una mirada por ahí, creo que el Melos es de lo mejor para Schubert.



LA VERSIÓN DE MAHLER

Hace poco conocí la versión orquestada por Mahler. En 1894, Mahler preparó la orquestación de todo el cuarteto, pero solo alcanzó a completar la del segundo movimiento e incluso lo dio en concierto, dejando el resto a nivel de anotación y bocetos. Dichas anotaciones fueron retomadas por Mattheus y Mitchell quienes lograron completar todo el arreglo casi un siglo después, en 1985. Seguro no es la mejor, ni la versión de referencia de este arreglo, pero hace poco conocí (al menos conscientemente) este arreglo entonces Mahler-Mitchell-Mattheus del cuarteto por la orquesta nacional de Auvergne bajo la dirección de Fores Veses grabado en 2021 para el sello propio de la orquesta OnA, y me encantó. 

Creo que es un arreglo sutil, muy elegante, y que guarda total coherencia con la versión original para cuarteto de cuerdas. Entiendo perfectamente el impulso que sintió Mahler de hacer un arreglo para orquesta de este cuarteto. De hecho creo que es el cuarteto más sinfónico que conozco. Pero es a la vez una composición de una perfección increíble que no necesita ningún arreglo ni ninguna ampliación instrumental para oírse completamente sinfónico y, por otro lado, da mucha curiosidad de oírlo con una eventual instrumentación más amplia. Sobre este segundo punto, aclaro que el arreglo Mahler-Mitchell-Mattheus no satisface esta curiosidad, porque en mi opinión sigue siendo demasiado fiel al cuarteto original en cuanto a la instrumentación.


CORTA PERO ANCHA

Como siempre, la genialidad de Schubert no deja de sorprenderme. Cada día admiro más lo que hizo, en todos los géneros que abordó, y cada día soy más consciente de lo que nos perdimos del Schubert de más de 31 años, aunque es posible que la consciencia de la enfermedad y la proximidad de la muerte hayan provocado ese aumento espectacular de la calidad de sus composiciones. Para algunos definitivamente la vida puede ser corta pero ancha.

Comentarios