Serie Preconceptos - Cap.2 - La música clásica es aburrida

 SERIE PRECONCEPTOS: Existen preconceptos sobre la música clásica. Son varias cosas que han contribuido a que esto se haya desarrollado, como el cine y la televisión, las discotecas, la publicidad, la música ambiental, etc. Por supuesto también ha influido la educación tecnocrática de colegios y universidades en donde se han ido excluyendo todas las artes, y entre ellas la música. Voy a hacer un esfuerzo por referirme en esta serie a algunos de estos preconceptos, sin esperar referirme a todos. No prometo objetividad ni un escrito sin errores, serán opiniones con mis propios sesgos y vivencias alrededor de cada tema. Como siempre!


CAP. 2 - LA MÚSICA CLÁSICA ES ABURRIDA

 

Ya me referí un poco a esto en mi primera entrada. Para mí decir que la música clásica es aburrida viene del desconocimiento. Es casi como decir que las matemáticas son difíciles (o sea, todo en matemáticas es difícil?) o que la filosofía es enredada o que el Rugby es violento.

 

BLACK METAL

 

Estoy de acuerdo que hay partes menos movidas, para lo que estamos acostumbrados como movido. Sin embargo, la música clásica es tan amplia y diversa que sería un desatino lanzar una generalización semejante. No puedo creer que a alguien le parezca tan aburrido Mozart, como Satie, Wagner o Shostakovitch. Y dentro de cada uno de estos compositores, por ejemplo si tomamos a Mozart, no puedo creer que todos los movimientos de las 18 sonatas para piano, de los 5 conciertos para violín, de las 41 sinfonías, de sus 23 cuartetos de cuerdas, de las 22 óperas, o del famoso réquiem, le parezcan igualmente aburridos a alguien.

 

Ahora recuerdo cuando le dejé unos CDs copiados a nuestro amigo francés Thibaut con sinfonías de Mahler. Hay que decir que Thibaut oía rock muy muy pesado, tal vez lo que se llama Black Metal si mal no estoy. Ese metal que se canta con voz gutural, ese. Posteriormente, fue “cantante”, o más bien frontman para no herir susceptibilidades, de un grupo londinense llamado the Brood. También hay que decir que Thibaut es culto musicalmente, la música clásica no es para nada ajena a él, íbamos juntos a conciertos y le gustaba, y no se cerró nunca a un solo género. Una cosa no quita la otra, claro. La siguiente vez que lo vi, cuando vino por primera vez a Colombia, me dijo en chiste que había disfrutado muchísimo las sinfonías de Mahler que le dejé (hasta ahí no era en chiste), aunque le hiciera falta una batería con doble bombo y algo de distorsión. Claro, si alguien está acostumbrado al doble bombo, a una voz gutural y a la distorsión, por supuesto la mayor parte de la música clásica le parecerá aburrida, pero ni siquiera toda. Con Thibaut discutíamos mucho porque él me decía que el Black Metal era una música evolucionada, que tenía varios elementos novedosos si se comparaba con Beethoven por ejemplo. Lo pensaba sinceramente. Yo le decía que hiciera el ejercicio, así fuera mental, de quitarle la distorsión, el doble bombo y el canto gutural, y se concentrara en las melodías y armonías puras sin ninguno de esos artificios, y se iba a dar cuenta que no había nada novedoso en esa música, y que por el contrario era un atraso musical inmenso. Todo eso independiente de si nos gustaba poguear o no oyendo eso, y de que se considere que culturalmente es mejor tener diversidad que homogeneidad de lo que oye la gente. Que una sociedad acepte una gran diversidad de música, puede verse en efecto como un gran progreso cultural, cosa que yo no veo tanto personalmente en la sociedad colombiana, muy homogeneizada musicalmente solo con lo del momento, sea reggaeton, tropipop y otros que no sé nombrar. Volviendo a Thibaut, tal vez solo era la diferencia entre actual o incluso atrevido y musicalmente novedoso lo que estaba en el centro de nuestras discusiones.

 

cortesía Thibaut Jombart
 

Por otro lado, Mahler es un buen ejemplo. En efecto Mahler tiene algunas partes de sus sinfonías que pueden parecer aburridas. Hasta hace poco entendí la cosa: a pesar de que hubiera algunos pasajes que en realidad me parecían aburridos o más bien sin mucho interés, siempre fui incapaz de saltármelos, por respeto, por principio, por radical, pensaba inicialmente; pero recientemente entendí que cuando llegaba un pasaje más interesante, solo podía disfrutarlo completamente si y solo si había oído todo hasta ahí. Como dice Barenboim, el oído es el sentido más inteligente que tenemos. Entonces es imposible disfrutar Mahler oyendo solo unas partes de sus sinfonías. Es absolutamente necesario oír todo para poder disfrutarlo. De lo contrario no tiene sentido. Pero por supuesto se debe hacer el esfuerzo, y no todos están dispuestos a hacerlo. Claro, no solo pasa con Mahler, con muchos buenos compositores pasa lo mismo, pero Mahler tal vez es el que más lleva eso al extremo.

 

Entonces definitivamente creo que es un error y totalmente contraproducente tener en cuenta solo algunos movimientos específicos de una obra clásica, pensando en desaburrir la música clásica.

 

AZÚCAR 

 

Por ejemplo hay unas piezas que todos hemos oído, la mayoría de veces en condiciones que son lejos de ser ideales, como en campañas publicitarias, en el parlante de algún centro comercial, como parte de una banda sonora en cine o televisión, etc. Hablo de condiciones no ideales pensando en el sonido y en los intérpretes. Recuerdo que en una entrevista Boulez afirmaba que la primera condición para abordar la música contemporánea era oírla bien interpretada. Que existían interpretaciones muy malas y por lo tanto no le hacían justicia a las obras, y que eso además podía extrapolarse a toda la música clásica. Inmediatamente me acordé de la emisora de “música clásica” que a veces mi papá ponía en el carro, de algunos consultorios médicos, de algunos ascensores y restaurantes…recuerdo llegar ofuscado luego de una operación porque me habían dormido a punta de anestesia y de una de esas melodías disque clásicas, en vez de poner el Arte de la Fuga, decía. Luego de pensarlo, tal vez hubiera tomado un par de segundos más oyendo la obra de Bach. Entonces mejor así. Recuerdo también que llevábamos pocos meses en Lyon y fuimos con Liliana y Emilie, una amiga, a un concierto de una orquesta de estudiantes en el campus universitario. En primera parte tocaron el concierto para dos flautas de Doppler y estuvo bien. Pero en segunda parte se lanzaron a interpretar la Sinfonía Fantástica de Berlioz y fue un verdadero desastre. Desde ese momento Liliana aborrece Berlioz, pero sospecho que no sucedería eso si justo esa interpretación hubiera sido de buena calidad. Porque en serio, a quién puede no gustarle esa obra. Sinceramente.

 

Pero también hablo de condiciones no ideales sobre todo pensando en que muchas obras se presentan cortadas en la mayoría de ocasiones. Cuando uno menciona por ejemplo La Primavera de Vivaldi, se piensa en el primer movimiento de uno de los conciertos que componen los cuatro conciertos de Vivaldi, que hoy en día llamamos las cuatro estaciones. Si bien un carrito de helados tiene una melodía que recuerda a ese primer movimiento, por supuesto nunca contendrá los otros dos movimientos de ese concierto y ni en sueños los otros tres conciertos para violín que componen las cuatro estaciones. Por lo tanto, el discurso musical, toda la argumentación, el hilo conductor queda cortado, sacando de contexto una melodía muy bonita, pero que fuera de contexto puede sonar trivial y sin encanto. Exactamente lo que pasa con el mal periodismo, y esa manía de sacar de contexto partes de entrevistas pensando que con eso se vende más. Adicionalmente no se da la oportunidad de oír otras melodías que en algunos casos a algunos nos pueden parecer infinitamente más interesantes de la misma obra, como algunos movimientos del verano o del otoño. No creo que Vivaldi haya pensado que esas eran las mejores condiciones para su gran obra.


Otro ejemplo es la sonata Claro de Luna de Beethoven, que seguro mucha gente piensa que se trata de una pieza melancólica y romántica. Claro, ese primer movimiento es increíble si no es tocado por Richard Clayderman, pero no estoy seguro que las mismas personas asignen los mismos calificativos (melancólica, romántica) para esa obra si tuvieran la oportunidad de oír ese violento y rapidísimo tercer movimiento de la misma sonata con una buena interpretación y con un sonido decente, no de un carrito de helado, claro.

 

Es decir, yo creo que se ha trivializado al máximo la música clásica, y lo que la gente en general piensa que es música clásica, en realidad no lo es. Es decir, hay gente que piensa que André Rieu es música clásica, yo personalmente no lo creo. Es al contrario una música que niega la esencia de la música clásica tratando de volverla popular a punta de cosas extramusicales, y deformando el carácter de la mayoría de las piezas, haciéndole más daño que favor a esa música. Es decir, una cosa es tocar de forma alegre una pieza que debe sonar alegre y otra cosa es ponerle disfraz de payaso pensando que a alguien le va a gustar más así. Y peor aún, disfraza piezas populares con una instrumentación estereotipada como clásica. Horror!  Igual o peor el caso de Luis Cobos, a propósito alguien se acuerda de él?

 

Por eso yo respeto muchísimo el trabajo de Lang Lang por ejemplo, aunque nunca he sido fan. Si bien Lang Lang sueña con que la música clásica alcance niveles de popularidad más grandes, para mí no ha traicionado la esencia de esa música, sino que al contrario la ha dado a conocer ampliamente (no solo en número de personas sino en completitud de obras) y de alguna forma lo ha conseguido en China y en otros lados. Claro, ha tocado con artistas no clásicos (creo que hasta con Metallica, si mal no estoy), ha sacado el piano de cola de los acartonados auditorios en los que comúnmente está, e incluso su actuación puede verse como corporalmente artificial y payasa, pero un Chopin, un Liszt, un Rachmaninov e incluso un Bach los toca bien, como deben tocarse. Su reciente grabación de las Goldberg de Bach me encanta. Fue duramente criticada por muchos. Pero por ejemplo no tomó tan solo algunos de los movimientos para grabarlos fuera de contexto, como sí lo han hecho algunos que ya mencioné.  


https://www.google.com.co/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fwww.youtube.com%2Fwatch%3Fv%3DpZ7wdhZ4Ti8&psig=AOvVaw07RUS-WGP8t_kIXQ5JZMOu&ust=1651401720702000&source=images&cd=vfe&ved=0CA0QjhxqFwoTCLiK-IXNu_cCFQAAAAAdAAAAABAQ

 

Si tomamos esas piezas, como las dos que mencioné (primer movimiento de La Primavera de Vivaldi + primer movimiento de la sonata Claro de Luna de Beethoven), adicionando además Para Elisa de Beethoven, El Danubio Azul de Strauss, el Rondo alla Turca de Mozart (en realidad un movimiento de sonata para piano), la Badinerie de Bach (en realidad un movimiento de suite) y otras grandes obras que les han puesto tanta azúcar que las han vuelto golosinas que nadie quiere comer, y si se pensara que eso es una especie de best-of de la música clásica como indirectamente se presenta, por supuesto sería extraño que alguien se interesara por eso y que no lo calificara como aburrido.

  

ABURRIDA Y RÍTMICAMENTE PLANA

 

Ligado a lo anterior, muchos suelen pensar que la música clásica es de un solo tipo y que por ejemplo la instrumentación siempre es la misma o bastante homogénea. 

 

Para mí eso es como definir cualquier tipo de música a partir de la instrumentación. Por ejemplo, “el tango es tango si tiene bandoneón”. Pero se sabe que el primer tango no tenía aún bandoneón, se tocaba con guitarra, violín y tal vez flauta. Lo mismo el vallenato, al comienzo era sin acordeón, y era tan vallenato como el del acordeón que conocemos. Es decir, así como se puede hacer un buen rock sin guitarra eléctrica (hay que ver los conciertos del francés William Sheller solo con piano y voz, increíble), al menos teóricamente, hay mucha música clásica sin violines, existe también música clásica para saxofón, para acordeón y hasta para guitarra eléctrica.


Pero no solo eso. Apenas abrí este blog, tuvimos una especie de discusión por WhatsApp sobre los ritmos en música con mi amigo filósofo Reinaldo, fan de salsa desde hace años. Se sugería que en ritmos de música popular, sobre todo de esta parte del mundo, en la que se piensa que por todo el mestizaje tanto de las personas como de la música, con influencias indígenas, africanas y españolas, la riqueza rítmica es mucho mayor que en la música clásica. Claro, la discusión era difícil porque yo soy tan versado en salsa y música popular como Reinaldo en música clásica. Y luego me di cuenta que aquello de ritmos lo estábamos interpretando cada uno a su manera. Pero con eso me di cuenta que es posible que haya una especie de imaginario según el cual la música clásica es plana en cuanto a riqueza rítmica, y por lo tanto que sea más aburrida que otro tipo de música. En esa discusión mi línea argumentativa era, y sigue siendo, que es posible que la música que está pensada para poderse bailar tenga un rango de ritmos más estrecho que aquella música que no está reservada al baile, como la música clásica. Efectivamente, dentro de un mismo género de música popular la variedad de ritmos puede no ser tan amplio, porque de lo contrario las piezas no se reconocerían como de ese género, no encajarían. Entonces casi que el género está definido por una tipificación rítmica particular, con muy pequeñas variaciones dentro de él. Por consiguiente, cuando se dice por ejemplo que la música popular colombiana es rítmicamente muy rica, se está refiriendo más a la cantidad de géneros dentro de ella: cumbia, mapalé, joropo, vallenato, etc., cada género definido por una línea rítmica particular, en realidad no tan rica dentro del género. Adicionalmente, todos estos géneros por definición están pensados sobre todo para ser bailados, y por consiguiente sería raro que el ritmo propuesto fuera extremadamente rápido o extremadamente lento en su pulso, que cambiara luego de unos cuantos compases, que pasara de 4/4 a ¾ y luego a 7/8, que un instrumento melódico llevara un ritmo diferente de otro instrumento (melódico o de percusión), que algunos tiempos fuertes no se marcaran y que no se mantuvieran durante varios compases. En ese caso, ya no sería tan bailable esa música, pensaría yo, como pasó con el tango de Piazzolla. Estas características que acabo de mencionar son las que para mí definirían una riqueza rítmica, lujo que pueden darse tan solo algunos géneros muy especiales como la música clásica y tal vez el jazz.

 


Adicionalmente, diría que para mucha música estamos acostumbrados a que nos marquen los tiempos fuertes en cada compás, con un instrumento de percusión, en general. Esto se hace, nuevamente, para que pueda bailarse más fácil, como ayuda. Por supuesto, esto realza cada ritmo y lo tipifica fácilmente, como la clave en salsa. En música clásica no suele hacerse algo así de repetitivo, en parte porque no es una música destinada al baile. Por lo tanto, esa característica puede interpretarse como asociada a una música que le falta vida, que no es movida, y por lo tanto aburrida. Esto para mí no tiene nada que ver con la riqueza rítmica. Incluso, ha habido experimentos muy desafortunados de ponerle cajas de ritmo a la música clásica me imagino que para tratar de desaburrirla, como lo hizo Luis Cobos, aún no se acuerdan? Con el patético resultado creo que todo el mundo se dio cuenta que esto es completamente contraproducente: ahí sí que es aburrida esa música! 

 

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