Sibelius (parte 2/2)


https://www.npr.org/sections/deceptivecadence/2015/12/08/458232716/finlands-finest-the-seven-symphonies-of-jean-sibelius

Luego de años oí las sofisticadas versiones de Karajan para DG, junto con Okko Kamu dirigiendo las tres primeras, y me movieron el piso. 

Luego vinieron otros ciclos completos como el exquisito de Bernstein para DG, luego el de Sony también, o el de Kamu y el de Davis en SACD, o el de Rattle con la filarmónica de Berlín en Blu-Ray para el sello propio de la orquesta. 




Muy recientemente “descubrí” las de Barbirolli en la impecable remasterización de Warner, súper rugosas, desnudas, completamente opuestas a las de Karajan. 


Hasta que este año apareció el heredero natural Klaus Mäkelä, con una increíble grabación, pura, sofisticada, de una honestidad sorprendente para los tiempos que corren. Sorprende también que Klaus Mäkelä sea tan joven y ya esté ocupando tales posiciones: con escasos 26 años es actualmente el director titular de la orquesta filarmónica de Oslo y director musical de la orquesta de París. Adicionalmente se acaba de anunciar que a partir de 2027 será el director titular de la prestigiosísima Concertgebouw Orchestra de Amsterdam, catalogada actualmente como la mejor orquesta del mundo según la revista inglesa Gramophone. Y desde el año pasado firmó un contrato de exclusividad para grabar con Decca Classics. Si se tiene en cuenta que desde 1978, es decir desde Riccardo Chailly, ningún director de orquesta había firmado un contrato de exclusividad con el prestigioso sello británico, o sea hace más de 40 años, Mäkelä es hoy por hoy un verdadero boom en el mundo de la música clásica. Un boom similar o incluso mayor al del canadiense Yannick Nézet-Séguin hace no tanto. 

Yo me enteré fríamente de cada uno de esos acontecimientos, pero no tenía ninguna opinión sobre Mäkelä hasta este año que publicó la colección de 4 CDs dedicada a las siete sinfonías de Sibelius. Y puedo decir que pegó muy muy duro en un repertorio que tradicionalmente ha estado muy bien servido por directores y orquestas del más alto nivel.


MI ENCUENTRO CON EL DIABLO


Dentro de las obras más relevantes de Sibelius está su exquisito concierto para violín, de mis preferidos de todo el repertorio, no solo de violín, sino en general de todo el repertorio de música clásica. En efecto se trata del concierto del siglo 20 que cuenta con el mayor número de grabaciones, y en realidad no es sorprendente. Sus tres movimientos son increíbles. En este concierto los movimientos 1 y 3 compiten: no sé cuál es el mejor. Ya lo comenté en una entrada anterior, pero ese 3er movimiento siempre me ha sonado como un baile con el diablo. No es que sea diabólico, sino que es un verdadero baile con el diablo, es diferente. Conocí este concierto con la para mí insuperada grabación de Anne-Sophie Mutter. Increíble disco.

Recuerdo cuando lo compré en Tower Records, el de la cara manchada me dijo algo como que Sibelius era un genio pero que su severa autocrítica le impidió componer más y que por ejemplo este concierto, que es una verdadera joya, lo había revisado completamente y nunca estuvo seguro de si lo mejor era retirar del circuito la primera versión y olvidarse definitivamente del asunto. 

Hasta hace poco oí la versión original, la primera versión del concierto, grabada por Leonidas Kavakos, y realmente me dejó una gran impresión a pesar de que creo que en general la versión revisada es mucho mejor. De esta versión revisada hay otras grabaciones técnicamente más virtuosas que la de Mutter, como la de Hilary Hahn o la de Vengerov, o incluso la de Shaham, pero nadie como Mutter plantea tan claramente ese baile con el diablo que comento. De mis discos preferidos sin duda. 

Creo que en esa ocasión, hacia 1905, la autocrítica jugó a favor de Sibelius, pero poco a poco empezó a jugar en su contra, hasta impedirle sacar a la luz nuevas composiciones. También creo que desde el año 1907 con el poco éxito de su 3ª sinfonía y más aún en 1911 con la fría e incluso hostil recepción de su 4ª sinfonía (a excepción de Inglaterra, en donde fue bien recibida hacia 1912), se acentuó cada vez más su autocrítica y empezó a sentirse incomprendido musicalmente. Seguro su aislamiento casi total durante la primera guerra mundial, su cancelación de su tour por Estados Unidos luego de haber obtenido un doctorado honoris causa de Yale, jugó también un papel muy importante para su silencio final por más de 30 años.


SIBELIUS ABSTRACTO


Es increíble que la 3ª sinfonía no haya sido bien recibida cuando se estrenó. Para mí tiene todos los elementos necesarios para que hubiera convencido, y además de manera inmediata. Me encanta ese juego entre lo bucólico y lo épico del 1er movimiento, un tire y afloje que queda sin resolver, con más preguntas que respuestas al final de ese movimiento. Tal vez esa poca afirmación, llevada al extremo en el 2o movimiento, esa falta de claridad, desestabilizó a la crítica y al público. Por encima de todo, me impresiona ese equilibrio entre cuerdas, cobres y maderas. También me encantan esos paisajes un poco cinematográficos, un poco cursis, lo acepto. Creo que Mäkelä en su grabación demuestra ser un verdadero maestro en colorear estos paisajes, muy monocromáticos para mí antes. A la larga creo que toda la sinfonía propone una prolongada transición de lo pastoral a lo épico, resolviéndose solo hasta los últimos compases de la obra. Tal vez el mundo no estaba preparado para transiciones tan prolongadas, y para darle más espacio a las dudas que a las afirmaciones. Y para colmo de males, lo épico al final le gana a lo pastoral. A quién se le ocurre oponerse de esa forma a Beethoven y su adorada, casi sagrada, 6ª sinfonía, la Pastoral. A mí particularmente, sin conocer Finlandia y muy pocos finlandeses, me suena muy finlandés todo esto. Y también me suena muy moderno, porque creo que es más fácil describir un paisaje verde que uno tan agreste. Se vuelve muy abstracto. Por eso Sibelius me parece tan moderno.

En cambio para la 4ª sinfonía entiendo perfectamente por qué no tuvo éxito cuando se estrenó. Creo que lleva al extremo lo que había iniciado en su 3ª sinfonía, aquello del paisaje agreste, indefinido, abstracto. Por algo Karajan decía que la música de Sibelius es algo fuera de este mundo. El comienzo de la 4ª sinfonía es incluso lunar, muy nocturno. Todo el primer movimiento queda sin definirse realmente. El segundo movimiento empieza con asomos de algo más definido y melódico, pero al final no hay un verdadero desarrollo. Como un engaño. El 3er movimiento vuelve a lo nocturno: nunca amaneció. Sin embargo la gracia de ese 3er movimiento es la sensación de gestación que propone, hasta que el milagro se produce por fin. Solo que es una gestación muy prolongada, desde el inicio de la sinfonía, es decir alrededor de 27 minutos de “transición”, desde la nada, hasta el 4º movimiento en el que por fin amanece. Esa especie de creación del mundo sin big bang será desarrollada posteriormente con poemas sinfónicos como Luonnotar. Pero en su 4ª sinfonía, el día, además de estar nublado, dura muy poco. Con esta obra Sibelius abandona definitivamente el lenguaje exuberante de sus primeras dos sinfonías y sobre todo de lo que se convirtió casi como el segundo himno nacional, Finlandia. Refleja sus problemas de salud y su vida introspectiva luego de que le retiraran un tumor de garganta.


TESTAMENTO ANTICIPADO


La 5ª sinfonía podría verse como una especie de celebración de independencia de Finlandia, liberada del imperio ruso en 1918, luego de una dura guerra civil entre rojos y blancos (los conservadores, y ganadores al final) sufrida en carne propia por Sibelius y su familia. Yo creo que él se arrepintió de haber sido tan agreste con su 4ª sinfonía y en la 5ª vuelve a hablar de la naturaleza verde. Algo que me encanta es que a pesar de esos paisajes naturales, a lo lejos se oyen siempre truenos, sonidos cavernosos, como peligros inminentes, que dañan la fiesta. En el primer movimiento hay claras referencias a Das Rheingold de Wagner, a la primera escena. En el 2º movimiento, las nubes no dejan disfrutar totalmente, y el baile se torna grave y reflexivo. El 3er movimiento en mi opinión contiene la totalidad de la estética sibeliana, de manera condensada, como una especie de testamento anticipado. Una verdadera pintura. 

Yo creo que en la 6ª sinfonía, Sibelius sigue con la misma línea estética de la 5ª, sino que quitándole un poco (no totalmente) el lado trágico, nublado, pesimista, pero presentando claramente un mal presagio al final del 1er movimiento, que se prolonga hasta bien entrado el 2º. También creo que se anticipa a su 7ª sinfonía logrando mucha más continuidad entre movimientos. La 6ª ha podido terminarse con su corto pero interesantísimo 3er movimiento. Este movimiento recoge completamente lo que siento cuando oigo Sibelius: la contradicción entre algo extremadamente cursi y algo primitivo. Sibelius pasa de salones vieneses a viajes por paisajes glaciales. Esto es lo que me fascina de Sibelius, y que sintetiza perfectamente en el 4º movimiento de la 6ª sinfonía: ya no pasa de un espacio a otro, a veces incluso incómodamente en las sinfonías y movimientos anteriores, sino que logra un nuevo espacio que contiene a la vez el salón y el paisaje salvaje. Esa es la genialidad de la 6ª sinfonía para mí, que logra un espacio desconocido para el humano, una nueva dimensión.



INTERROGACIÓN MUSICAL


Sibelius cierra su ciclo sinfónico con la 7ª, que comienza con un adagio que yo calificaría de espacialmente elástico, el cual culmina sin transición en un 2º movimiento rápido, uno de mis preferidos de toda la literatura sibeliana, en el que ya no cuenta un paisaje terrenal sino uno cósmico. Ya no se pregunta sobre los confines de la tierra, sino sobre los confines del universo, por algunos minutos, hasta que desciende y empata nuevamente sin transición con el 3er movimiento. Este recuerda el lenguaje de sus primeras sinfonías tal vez, un déjà vu musical, con algo de optimismo que se prolonga hasta el 4º movimiento, en el que en mi opinión se sale de la tierra nuevamente, cambia de escala, pero ya no para explorar el universo sino más bien las complejidades metafísicas y espirituales, terminando con un verdadero signo de interrogación musical. 


Hasta antes del ciclo presentado por Mäkelä yo no había realmente entendido las diferencias que comento, las matices, y consideraba a Sibelius mucho más monotemático: pensaba que solo se refería a la naturaleza agreste del norte de Finlandia en contraste con aquella de sus mares. Pero en realidad toca fibras e interroga de manera más profunda de lo que pensaba antes. Me parece que Mäkelä es más que un puro producto comercial, ya veremos cómo se desarrolla.

Sibelius realmente fue un incomprendido, hasta el punto de haber sido catalogado como el peor compositor del mundo según René Leibowitz, profesor de Pierre Boulez. Incluso hoy resulta extraño que una orquesta no nórdica programe alguna sinfonía de Sibelius en su temporada. Paradójicamente también fue adorado en Finlandia e Inglaterra y tratado como un verdadero héroe. La relevancia de Sibelius radica en que no se parece a ningún otro compositor, como bien lo dijo Karajan al tratar de encontrar una explicación del por qué le gustaba tanto su música. Es muy diciente que su gran ciclo sinfónico termine con esa interrogación musical que comento: siempre se interrogó, en mi opinión se sobreinterrogó, tal vez algo de ingenuidad como la de Dvorak hubiera sido más benéfica para su productividad musical, lástima. Adicionalmente su interrogación musical puede referirse al devenir de la música, siendo testigo de grandes cambios de ese arte, un poco al estilo de Gustav Mahler: el mundo como lo conocía (la música tonal) estaba destinado a acabarse, y la armonía se empezaba a perder. Si recordamos que fue testigo consciente de ambas guerras mundiales, del ascenso (acompañado de algunos honores que no despreció) y de la caída de los nazis, y de una guerra civil, es posible que tampoco fuera muy optimista sobre la armonía del mundo en general, y tal vez le preocupaba una ruptura de grandes dimensiones, que al final resolvió con el silencio.




Comentarios

  1. https://youtu.be/gpUjYspXFUA

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias por compartir. Pero me hacen falta los efectos de la orquesta (sobre todo timbales) que el piano no logra reproducir. Excelente violinista

      Borrar

Publicar un comentario