Grabaciones legendarias

A diferencia de muchos críticos y melómanos, siempre me han gustado más las nuevas producciones que las antiguas, a excepción de algunos casos especiales. 


TODO PASADO FUE MEJOR ?

En efecto, me he dado cuenta que la mayoría de los que oyen música clásica sobrevaloran producciones antiguas sobre las nuevas, como si todo pasado haya sido obligatoriamente mejor. Creo que muchos son tradicionalistas, y que esto no los deja valorar con objetividad las producciones recientes. 

Por el contrario, en general yo tiendo a pensar que las grabaciones recientes son mejores que las antiguas por varias razones. 

Primero, el sonido por supuesto debe ser cada vez mejor por los avances tecnológicos de los elementos de grabación, pero también porque los estudios y los lugares de grabación deben ser cada vez mejores, más adaptados y con mejor acústica; hay que ver el caso de la Phiharmonie de Paris, por ejemplo. Pero también tiendo a pensar que los ingenieros de sonido son cada vez mejores, menos empíricos que antes, con mayor y mejor formación, y además que las grandes disqueras se dan el lujo de escoger entre una mayor cantidad de candidatos que antes. 

Segundo —y esto es más controversial seguramente—, los músicos. Tiendo a pensar que los músicos son técnicamente mejores y menos empíricos que antes, que hay más y mejores centros de formación que antes, que hay mayor exigencia y más competencia entre músicos. Esto es discutible porque estamos hablando de la música y no solo de la técnica para tocarla. Pero creo que la competencia mejor establecida entre músicos, más formal que antes, hace que aquellos que sobresalgan sean naturalmente mejores que antes.


THE ORIGINALS

Sin embargo, a pesar de que crea todo esto, y que en general compruebe que las grabaciones recientes son preferibles a las antiguas, hay unas excepciones que me hacen revaluar todo esto. 

Por ejemplo, uno de los casos especiales se refiere a las grabaciones de David Oistrach. Lo comenté en una entrada anterior: conocí a David Oistrach con el CD doble con obras de Bach, Beethoven y los conciertos de Tchaikovsky y Brahms. Qué interpretaciones! Y lo más impresionante es que a pesar de un sonido mono, bastante antiguo, la calidad del sonido restaurado es excelente. 

Esto del excelente sonido se lo atribuí durante mucho tiempo a los ingenieros de la Deutsche Grammophon, encargados de remasterizar estas cintas, en especial los de la colección The Originals del sello. Durante varios años me obsesioné en conseguir más grabaciones de la colección The Originals y terminé comprando la caja de 50 CDs de esa colección, y posteriormente el segundo volumen, es decir otros 50 CDs. 

Aclaro que aparte de estos 100 CDs de estas dos cajas, hay más discos de esta colección que no incluyeron en ellas, como el exquisito Tristan e Isolde por Carlos Kleiber, prefiriendo incluir la versión aún más tradicional de Böhm por ejemplo.



SONATAS Y PARTITAS

Hace poco me encontraba recorriendo una de esas cajas, dentro de mi sistema de escucha integral de CDs (una ñoñada, según mi amiga Maria Ximena Rodriguez), y me encontré con el CD doble del violinista Nathan Milstein con las sonatas y partitas para violín solo de Bach. Una de mis grabaciones preferidas de todos los tiempos. De hecho yo ya tenía ese CD doble antes de la caja. Lo había comprado años atrás cuando justamente me encontraba buscando más grabaciones de The Originals, y bueno, para este caso pensaba que esas obras de Bach eran tan poderosas que cualquier grabación me podría impactar tanto o más que esta, y además que el sonido podría mejorar con grabaciones más recientes.

Empecé entonces a buscar otras grabaciones más recientes de las mismas obras: sonatas y partitas para violín solo de Bach. Entonces hoy conozco varias grabaciones que me encantan, como por ejemplo la versión de Hilary Hahn, una de las mejores que conozco de esas obras. 

Otra que me convence es la de Gil Shaham con un enfoque historicista: una versión impecable y convincente también. Gil Shaham me encanta como violinista, y cuando oí por Qobuz esta grabación me capturó completamente, puede ser solo por el sonido.

La grabación de Julia Fischer también es excelente, aunque la calificaría por debajo de las otras que comento. 

La primera parte de la versión de Zimmermann recientemente publicada en SACD también es excelente, pero claro, el sonido es gran protagonista, y estoy esperando la continuación. 

En fin, hay un montón de grabaciones excelentes de esas obras, seguro se me pasan varias, pero cada vez que oigo la de Milstein me pregunto porqué sigo perdiendo el tiempo con esas otras. 

Esa es una de las paradojas de los melómanos: aunque uno ya encontró LA versión de referencia y que lo satisface completamente, es imposible no seguir buscando el súmmum, la versión aún más perfecta, más placentera, más honesta, la mejor. Nunca hay fin. 

Pero hay casos para los cuales es difícil reemplazar una grabación legendaria por una grabación moderna, como esta de Milstein. Aunque en realidad son pocos los casos. En seguida trataré de listar esos pocos casos, algunos de los cuales ya he mencionado en entradas anteriores.


VIOLINISTAS Y CELLISTAS

Bueno pues Oistrach: ya lo mencioné, pero este sí hace parte indiscutible del listado. No conozco mejores versiones que sus conciertos para violín tanto de Tchaikovsky como de Brahms.

Para el listado también vuelvo a mencionar las sonatas y partitas de Bach por Nathan Milstein, no conozco mejor versión.

El concierto para violín de Beethoven por Wolfgang Schneiderhahn tiene algo que definitivamente me atrapó para siempre. Creo que es el sonido, el control del vibrato, no sé, la simpleza, la naturalidad, es una interpretación sin pretensiones. También debo confesar que me captura lo anticuado, aunque en principio yo no defienda este tipo de grabaciones. También la versión de Anne-Sophie Mutter en sus comienzos, con Karajan, es una de mis preferidas. Hay varias diferencias entre estas dos interpretaciones, pero una muy marcada es que la de Mutter brilla mucho en el primer movimiento pero no tanto en los otros dos movimientos, mientras que la de Schneiderhahn es increíble de principio a fin. Esa es mi percepción. Adicionalmente la de Schneiderhahn tiene una particularidad: la cadenza no es muy comúnmente utilizada, de hecho es al único violinista a quien se la he oído; se trata de la cadenza de la versión del concierto adaptada por el mismo Beethoven para piano, a veces llamado el concierto para piano número 0; y entonces la cadenza es una adaptación de la de piano, lo cual es un poco enredado porque de la versión para violín se construyó una versión para piano con una cadenza propia, y de esa cadenza especialmente compuesta para piano se hizo una versión para violín, una especie de ida y vuelta entonces; es normal que a muchos les incomode ese tipo de versiones, claro, además de parecer innecesario. A mí siempre me ha parecido una genialidad que Schneiderhahn utilice esta cadenza y no otra, pero solo él, porque cuadra perfecto con su estilo depurado y directo.

Creo que no hay mejor intérprete de Paganini que Salvatore Accardo, tanto para los 24 caprichos como para los conciertos para violín. Para mí es como la reencarnación de Niccolo. Sin embargo encuentro que para el concierto número 1, Hilary Hahn le compite ferozmente, mientras que para los caprichos me parece que Midori se acerca pero no logra el mismo nivel.

Con Pierre Fournier me pasa algo parecido que con Schneiderhahn, tanto con su concierto para cello de Dvorak como con sus suites para cello solo de Bach. Para esta última obra, encuentro una semejanza con la grabación de Milstein que comentaba antes. En realidad para mí es simple: no ha habido mejor cellista que Pierre Fournier.

Con el concierto de cello de Dvorak por Fournier me pasa algo parecido que con el concierto para cello de Elgar tocado por Jacqueline Du Pre. Ahí sobresale el virtuosismo y el sonido. En ambos casos es una interpretación imponente, en que el/la solista pelea con la orquesta. Por supuesto es una pelea desequilibrada, entonces ahí aparece inevitablemente el síndrome de David y Golliat, que es demasiado encantador para que un humano no se conmueva.


MÚSICA DE CÁMARA

En cuanto a la música de cámara, tengo la impresión que los cuartetos de cuerda de Haydn  nunca podrán ser mejor interpretados que por Amadeus Quartet. Recuerdo cuando conocí este cuarteto de cuerdas, el Amadeus Quartet. Era una caja justamente de las grabaciones de Haydn, una belleza, y en Tower Records me senté a oír algunas piezas para ver si compraba la caja. Eso casi nunca lo hacía, pero no recuerdo porqué terminé en esa situación con esta caja, tal vez tenía más tiempo que de costumbre. Oí las últimas siete palabras de Cristo, o no sé cómo se traduzca, y no pude evitar comprar la caja sin oír más, porque rara vez me ha pasado algo así en esa situación : un escalofrío me recorrió la espalda y se me salieron las lágrimas, no muchas, sino que se me humedecieron los ojos. Pero fue bastante impresionante. 

Varios años después, mi amigo Andrés Contreras me regaló la caja de 70 CDs con las grabaciones completas de Amadeus Quartet para Deutsche Grammophon para mis 45. Una de las joyas más valiosas de mi discoteca.


PIANISTAS

La grabación legendaria por excelencia es la de los conciertos para piano de Chopin por Samson François, objeto de una de mis entradas del año pasado. Con esa versión me pasa algo parecido que con Milstein: cada vez que la oigo no puedo evitar pensar que he perdido el tiempo oyendo otras versiones que no le llegan a los tobillos a esta.


SINFONÍAS

No conozco mejor versión de las sinfonías de Beethoven que la de Otto Klemperer para EMI. Ahí me pasó lo mismo: pensaba que un Karajan en la era digital iba a ser mucho mejor por ejemplo, pero nada, es clarísimo que las versiones de Klemperer superan de lejos a las de Karajan bien sea en la era analógica o en la digital. En una biografía leía que Karajan iba a Londres a visitar a Klemperer y rendirle pleitesía con su Philharmonia Orchestra y sus interpretaciones de Beethoven, creo que mencionaban sobre todo la quinta. Yo no entendía porque pensaba que la filarmónica de Berlín y Karajan, y además la Deutsche Grammophon, eran mucho mejores que Klemperer y la Philharmonia grabando para EMI. Poco a poco me di cuenta que esos prejuicios vienen de la publicidad en realidad y que en efecto todo lo que contaban en el libro que Karajan le decía a Klemperer sobre su interpretación y dirección eran completamente fundadas y no era por rendirle pleitesía gratis. Un genio impresionante ese Klemperer.

Las Sinfonías de Bruckner por Jochum, que fueron las primeras grabaciones que conocí de esas obras, siguen siendo insuperables para mí. Ahí me pasa lo mismo: ni la versión para la DG ni las versiones de Karajan superan esta de Jochum, por ejemplo.


VOCAL Y ÓPERAS 

Para Carmina Burana de Carl Orff aún no he oído una mejor versión que la de Jochum, además de ser una grabación autorizada por el mismo compositor.

Ya me referí al Parsifal de Knappertsbusch en otra entrada, inmensamente superior a cualquier otro. Ya conté la historia de la comparación con la versión de Thielemann: nada que ver con esta de Kna.

Está también el Holandés Errante de Klemperer. Impresionante versión que deja muy por debajo a cualquier otra. Me pasa lo mismo con Lohengrin de Kempe y con los Maestros Cantores de Nuremberg de Karajan, así como el Tristan e Isolde de Carlos Kleiber que ya mencioné al comienzo. Esta versión de Kleiber es increíble, una joya, en mi mente una especie de crema suntuosa.


En cuanto a la Walkyria de Furtwängler, me parece una versión muy superior a todas las otras que conozco. Recuerdo cuando la conocí, hace no tanto, no pude pasar a otra cosa durante varias noches seguidas.

Finalmente el Ring de Karajan es mi versión absoluta para el mejor ciclo operístico de toda la historia, una joya. En comparación con la famosísima versión de Solti, otra versión legendaria, entiendo que además muchos califican como la mejor grabación de todos los tiempos, esta versión de Karajan me parece muy superior.



Sin embargo, el Tannhauser de Solti sí me toca ponerlo en esta lista. Grabación exquisita !

Seguramente dejo de lado algunas grabaciones legendarias que se me pasan, pero creo que en todo caso no son muchas proporcionalmente.





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